Un año más, el Papa Francisco, apoyado por las Uniones Internacionales de Superioras y Superiores Generales (UISG Y USG) y por el Consejo Pontificio de Justicia y Paz, nos invitan a participar en “vigilias de oración” contra la Trata de personas a celebrarse en todo el mundo.
La fecha de convocatoria el 8 de febrero, día de Santa Josefina Bakhita, esclava sudanesa, que una vez liberada, ingresó en la Congregación de las Hijas de la Caridad Canosianas, y quien fue declarada santa en el año 2000.
El triste fenómeno de la trata, como recuerda el Papa Francisco: «No esclavos sino hermanos», no se refiere sólo a las mujeres destinadas a la prostitución, sino también al tráfico de niños, al tráfico de personas destinadas al trabajo forzado o a la mendicidad, al tráfico de órganos: fenómenos que a menudo engendran la así definida esclavitud del siglo XXI.
Este fenómeno no afecta sólo a algunas áreas del mundo, es un fenómeno global que implica a los Países de procedencia de las personas víctimas de trata, a los de tránsito y a los países de llegada de tantos niños, mujeres y hombres….
La extensión y la complejidad del fenómeno hace que el testimonio profético de las personas consagradas en la lucha por la dignidad y los derechos de estas personas se pueda expresar mediante diversas actividades, entre otras, la actitud orante de los seguidores y seguidoras de Jesús de Nazaret.