El próximo 25 de mayo estamos convocados todos los españoles para elegir a los 54, de los 751 diputados que componen el Parlamento Europeo y que corresponden a unos 490 millones de habitantes en toda Europa (28 países miembros).
Tenemos un problema
El gran problema que se plantea Europa, lo mismo que en España, es por un lado la desinformación acerca de las instituciones, funcionamiento y repercusiones de lo que sea realiza, día tras día, en la Unión Europea. Y, por otro lado, el casi total desinterés por lo que en la UE se debate. A esto se añade el desengaño de las instituciones y el desgaste y desprestigio de los políticos y de la acción política.
Sin embargo…
La Unión Europea y su política es una realidad que sigue su curso imparable, para bien o para mal. El 80% de las decisiones de Bruselas repercute en nuestra vida diaria. Estemos o no desinformados o desinteresados, lo seguirá haciendo en temas que a todos nos importan: las migraciones, la agricultura, el gas, los recortes en sanidad, educación, servicios sociales, la cooperación, los nacionalismos, etc. Con nuestro voto o sin él, se va construyendo (o destruyendo) Europa.
Importantes novedades de estas elecciones
Para caer en la cuenta y entender el funcionamiento de la UE, y, por tanto, el significado de estas novedades, parece imprescindible conocer muy sintéticamente qué instituciones hay y cómo funcionan:
Estas elecciones van a ser las primeras que se celebren bajo la cobertura institucional del Tratado de Lisboa, que supone ciertas novedades: el nuevo Parlamento estrena mayores competencias y pasa a ser un órgano esencial para la dirección política de la Unión. Por primera vez, entre los candidatos que proponga el Consejo según el resultado de estas elecciones, el Parlamento elige al Presidente de la Comisión, que es el órgano de gobierno de la Unión. El Parlamento también tiene que aprobar al conjunto de los miembros que propone el Consejo Europeo para formar la Comisión. El Parlamento puede destituir a la Comisión mediante una moción de censura.
Estamos en un momento crucial.
Lo que está en juego
Son muchos los problemas esenciales que tenemos planteados:
La crisis y la política de austeridad: Todo ello ha provocado un enorme impacto social y ha dejado en evidencia fallos estructurales que deben ser afrontados urgentemente. Estos fallos han cuestionado gravemente la legitimidad de las instituciones y políticas europeas, generando un elevado número de euroescépticos….
Como señala la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE), «la Unión Europea se encuentra en un momento decisivo. Las crisis económica, provocada por el colapso bancario de 2008, ha tensado las relaciones entre los estados miembros, ha cuestionado el principio fundamental de la solidaridad en toda la Unión, ha traído consigo el aumento de la pobreza para un gran número de ciudadanos, y ha frustrado las perspectivas de futuro de muchos de nuestros jóvenes. La situación es dramática, y para muchos, incluso trágica» |
- ¿Cómo se legitima el poder de la famosa “Troica” (FMI, Banco Central Europeo y Comisión)? ¿Cómo se legitiman los “juegos políticos” de Ángela Merkel, François Hollande, etc. con las instituciones europeas? ¿Quién manda en Europa?
- ¿Se debe mantener esta política de austeridad o se necesita caminar a una política de crecimiento? Es escandaloso y trágico ese 27% de paro en España… ¿Nadie quiere ni puede hacer nada más que mirar las cifras de lo macronúmeros? ¿Hemos de olvidarnos ya para siempre del “Estado de bienestar”?
- ¿Cómo lograr una política europea solidaria entre los países del Norte y el Centro y los países europeos del Sur?
- ¿Cómo salir al paso del desempleo juvenil?
- La política migratoria: ¿Cerrar fronteras o abrirlas? ¿Cómo? ¿Es legítima la “persecución” de los indocumentados extranjeros? ¿Y los CIES? ¿Cómo suavizar la tensión y las exigencias que ejerce la UE sobre España e Italia en materia de control de fronteras?
«Es de vital importancia –afirma la COMECE– que el tratamiento de los inmigrantes en cada punto de entrada de la UE sea humano, que sus derechos humanos sean respetados escrupulosamente, y que, posteriormente, se haga todo lo posible, también por parte de las Iglesias, para asegurar su integración con éxito en la sociedad de acogida». |
- Cada día van ganando más y más terreno los partidos xenófobos y de ultraderecha … ¿hasta dónde lo vamos a permitir?
- ¿Es posible abordar la temática de la inmigración sin una política seria y justa de Cooperación al Desarrollo? ¿Cómo tendría que ser la relación de Europa con los países africanos para controlar el expolio de sus recursos naturales?
- ¿Hay que cultivar trigo para comer o maíz para fabricar combustible? ¿Y si sube el precio de los alimentos? ¿Permitimos los transgénicos?
- ¿Qué repercusión está teniendo en el clima nuestra política energética? ¿Tendremos agua suficiente para todos dentro de unos años o la tendremos que comprar a precios cada vez más altos?
Según la COMECE, «Somos custodios de la creación y debemos profundizar en nuestra decisión de respetar y alcanzar los objetivos de emisión de CO2, promover el entendimiento internacional sobre el cambio climático, comprometernos a adoptar un enfoque más ecológico e insistir en que la sostenibilidad es un elemento fundamental de cualquier política de crecimiento o desarrollo» |
Los problemas y retos a los que se enfrenta Europa son muchos y muy complejos. Sin embargo, la construcción de Europa como un gran espacio de integración política y económica, de justicia social, de promoción del desarrollo humano integral y de la paz, de referencia mundial, sigue siendo una meta necesaria.
Como creyentes, por supuesto, pero como hombres y mujeres de buena voluntad también, no podemos quedarnos indiferentemente al margen de estas elecciones, excusándonos en lo complicado de las instituciones, en el desencanto de la política y los políticos, en un sentimiento negativo de que “nada vale la pena”. Dejar de votar es favorecer, a ciegas, al mejor postor. Y eso no solucionada nada. O, en todo caso, lo empeora. Tradicionalmente, el voto de la izquierda es el que más suele abstenerse, lo que hace que, sin ningún otro discernimiento, el voto recaiga en las posiciones más conservadoras o en grupos minoritarios. La abstención o el voto en blanco es positivo cuando es fruto de un serio discernimiento en su sentido y sus consecuencias, no cuando es fruto de la inercia, de la pereza, del mero descontento o la irresponsabilidad.
LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
La Doctrina Social de la Iglesia es clara en todos estos puntos:
«La participación es un deber que todos han de cumplir conscientemente, en modo responsable y con vistas al bien común» (CDSI 189).
« Una consideración cuidadosa merecen, en este sentido, todas las posturas que llevan al ciudadano a formas de participación insuficientes o incorrectas, y al difundido desinterés por todo lo que concierne a la esfera de la vida social y política: piénsese, por ejemplo… en la praxis de limitarse a la expresión de la opción electoral, llegando aun en muchos casos, a abstenerse» (CDSI 191)
«La profunda y rápida transformación de la vida exige con suma urgencia que no haya nadie que, por despreocupación frente a la realidad o por pura inercia, se conforme con una ética meramente individualista. … La aceptación de las relaciones sociales y su observancia deben ser consideradas por todos como uno de los principales deberes del hombre contemporáneo» (Vaticano II, GS 30)
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La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE), en una reflexión publicada en octubre de 2011, señaló que Europa debe configurarse como una “comunidad de solidaridad y responsabilidad” basada en el modelo irrenunciable de la economía social de mercado. Para los obispos europeos, esto es algo que forma parte del patrimonio histórico de Europa, y su preservación constituye «uno de los grandes desafíos que afronta en estos momentos la Unión Europea», que no es un proyecto meramente económico, sino también político y moral.
Por tanto creemos que es imprescindible una masiva participación ciudadana en unas elecciones europeas que actualmente son las más decisivas por las novedades que suponen las mayores competencias del nuevo Parlamento y el momento crucial por el que atraviesa Europa y que repercute directamente en nuestras vidas. Y, desde nuestra visión cristiana de la realidad, animamos a todos y todas a tomar conciencia de la seriedad del momento para la construcción de una Europa más justa y solidaria, sobre todo con los países y las personas más débiles y vulnerables.
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PARTIDOS POLÍTICOS Y CANDIDATOS AL PARLAMENTO EUROPEO
PARTIDO POPULAR EUROPEO (PPE): Jean-Claude Juncker. (España, el PP)
PARTIDO DE LOS SOCIALISTAS EUROPEOS (PSE): Martin Schulz (España, el PSOE)
ALIANZA DE LOS DEMÓCRATAS Y LIBERALES (ALDE): Guy Verhofstadt (España: CDC, CDL)
VERDES (PVE): Ska Keller y José Bové (España: EQUO y ICV)
PARTIDO DE LA IZQUIERDA EUROPEA (PIE): Alexis Tsipras (España: IU)
MOVIMIENTO POR LA EUROPA DE LAS LIBERTADES Y LA DEMOCRACIA
PARTIDO DEMÓCRATA EUROPEO (España: PNV)
ALIANZA LIBRE DE EUROPA (España: ERC, CHA, PA, EA, BNG, BNV)
ALIANZA EUROPEA POR LA LIBERTAD
ALIANZA EUROPEA DE LOS MOVIMIENTOS NACIONALES
MOVIMIENTO POLÍTICO CRISTIANO EUROPEO
DEMÓCRATAS DE LA UE
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