CARTA DESDE MANOGUAYABO

Manoguayabo, 31 de agosto de 2015

Queridos amigos:

Llevo días queriendo escribir, para que no se me echara el final de mes encima, pero… hasta hoy no he encontrado el huequito. Espero que todos os encontréis bien y que hayáis podido descansar lo suficiente en vacaciones. Yo me tomé muy en serio lo del descanso en los días que pude estar con mi familia en España, que ya este año me tocaba ir. La verdad es que fue una gozada poder compartir con ellos, después de dos años sin verlos.

A la vuelta me encontré, lógicamente, mucho trabajo pendiente, pero poco a poco lo voy poniendo al día. Me encontré también con dos malas noticias referentes a fallecimientos, una de ellas la esperaba, la otra no. La que me esperaba es la muerte de Yiliena, una mujer a la que se le había diagnosticado cáncer. Durante los dos últimos años hicimos por ella todo lo que se pudo, pero antes de irme la vi tan consumidita que intuí que esa despedida iba a ser la última. Y así fue. Por eso no me sorprendió tanto.

23 Yiliena

Eso sí, lo que me impactó sobremanera fue saber que también Sello murió durante mi ausencia. Sello es el chico joven del que os hablé en mi carta de mayo. Nadie ha sabido decirme de qué murió exactamente, puede haber sido por la tuberculosis o por otra cosa. Cualquiera sabe. Yo solo sé que me pilló totalmente de sorpresa, a sus 31 años de vida…

En tercer lugar, al llegar a casa me encontré también al grupo de voluntarios que este año venían desde Valencia. Un grupito muy majo: Mireia, María, Alicia, Ana y Emilio.

23 Voluntarios

Ya llevaban una semana y aún les quedaba otra. En la primera semana estuvieron realizando actividades con las maestras en la escuela (es que aquí el curso escolar empieza el 1 de agosto) y en el centro de evangelización que tenemos. Y en la segunda, me acompañaron en las actividades de la pastoral social y de la salud. Fueron de gran ayuda a la hora de preparar los alimentos que repartimos quincenalmente a las personas más necesitadas del batey, así como visitar a los enfermos. Incluso conté con ellos para llevar a alguna al hospital. Un par de días organizaron actividades para los niños de dos sectores, y el día antes de marchar tuvieron una reunión con los jóvenes de la capilla de Bienvenido. Por otra parte, conmigo viajó desde España David, antiguo alumno del colegio de Carcaixent donde estuve antes de venir aquí, que también venía como voluntario. Él se unió al grupo durante esos días y aún sigue por aquí. Además de lo cotidiano, le está dando diariamente la terapia a Jaime, nos ha pintado bonitos carteles y materiales didácticos para la escuela e incluso está dando clase a todos los cursos sobre técnicas de pintura. Como comunidad estamos muy agradecidas a la labor que todos ellos han realizado. Es un lujo contar con gente tan valiosa que está dispuesta a dedicar su tiempo de vacaciones a conocer realidades como ésta en la que vivimos y a dar lo mejor de ellos mismos. ¡Gracias, chicos!

23 David

Por lo demás, el proceso de regularización de los hermanos haitianos que estamos llevando gracias al proyecto “Sin Papeles No Soy Nadie” presentado a KORIMA, sigue su curso. De las 45 familias a las que ayudamos a conseguir la documentación que necesitaban, 43 han podido presentar todo. Bueno, a muchos les falta el certificado de buena conducta porque siguen sin su pasaporte, pero el gobierno dominicano ha dejado en esos casos que depositen lo demás y quede ese certificado pendiente para cuando tengan el pasaporte. ¡Menos mal! Porque me preocupaba que se quedaran fuera por esa mala gestión del gobierno haitiano. De los que sí tenían pasaporte ya hay algunos que han recibido su tarjeta de residencia temporal, mayoritariamente hombres.

23 Papo

Eso sí, por el batey aparecen de vez en cuando camiones o furgonetas recogiendo inmigrantes sin papeles para deportarlos. Justo el chico de la foto se llevó un susto bien grande. Una mañana aparecieron los del camión, él estaba cerca de su casa pero no llevaba los papeles de identificación encima y ni siquiera le dejaron ir a buscarlos. Lo montaron y se lo llevaron. Al cabo de varias horas de tenerlo encerrado comprobaron en el ordenador su estado y sólo entonces lo dejaron marchar. Yo misma vi al día siguiente el proceso, cuando un camión estaba recogiendo gente. Es doloroso ver cómo no tienen miramiento alguno con estas personas. Los tratan tan mal… es una vergüenza.

Con esto del proyecto, ahora que hemos terminado con la parte de los adultos vamos a empezar con la regularización de los niños. Algunos de ellos ya lo tienen casi todo, lo hicimos junto con lo de los padres porque tienen constancia de haber nacido aquí, en la maternidad. Lo difícil va a ser tantos casos de chicos que nacieron en casa, con una partera o con la ayuda de la misma familia, o aquellos que han perdido el papelito en alguna inundación o en algún incendio.

Y hablando de esto… imagino que habréis escuchado en las noticias que hemos tenido una tormenta tropical por aquí. Este viernes pasado nos levantamos con la noticia de decreto de alerta para todo el país. Se suspendieron las clases porque se preveía que las lluvias llegarían a partir de las 12 del mediodía, justo la hora de salida de las escuelas, aunque lo peor vendría a partir de las 2. Efectivamente, la tarde fue infernal, no sólo por la lluvia, sino especialmente por el viento arremolinado. Cuando nos levantamos el sábado por la mañana estuvimos evaluando los daños en casa. Una palmera tronchada, muchas ramas de árboles y matas cortadas de cuajo, el cable del teléfono roto por la caída del poste… Nada que no pudiera arreglarse.

23 Destrozos en casa 1

Después de recoger las ramas, David y yo nos bajamos al batey, a la parte de La Línea, para ver si había habido muchos desperfectos. En esa zona las casas están construidas demasiado cerca del río, y siempre que éste se desborda se inundan. Afortunadamente, solo dos casas más vulnerables sufrieron graves daños y las familias que viven en ellas tuvieron que irse a otro sitio. Por lo demás, los cables de la luz estaban todos caídos, de tal manera que los hombres que viven en la calle tuvieron entretenimiento durante el día.

23 Hombres con cables 2 Lo bueno es que la tormenta tropical pasó y se fue sin terminar de convertirse en huracán.

No quiero terminar la carta sin contaros algo muy personal que para mí ha sido muy bonito. Me refiero al recibimiento que he tenido por parte de la gente del batey. Después de dos años ha sido la primera vez que he salido de aquí. En el tiempo que he estado en España los he recordado a diario, especialmente a la gente más cercana. E imaginaba que ellos también me recordarían a mí. Lo que no podía imaginar es que tanta gente se iba a alegrar tanto de verme de vuelta. Todos tan cariñosos, preguntando por mi familia, contentos de verme más “goldita” y repuesta que cuando me fui… y se les sentía sinceros. Como digo, es bonito, especialmente cuando tenemos a nuestra familia tan lejos.

En fin, amigos, lo dejo aquí por ahora y prometo volver el próximo mes para seguir contando sobre esta realidad. A los que os incorporáis de las vacaciones, feliz vuelta a la vida cotidiana.

Un abrazote grande y todo mi cariño,

Lidia Alcántara Ivars, misionera claretiana