Manoguayabo, 22 de mayo de 2016
Queridos amigos:
Un abrazo grande para cada uno desde esta parte del mundo y, como siempre, mis mejores deseos.
Es increíble lo rápido que pasa el tiempo… ¡Estamos ya casi acabando el curso! Aquí el mes de mayo ha estado lleno de actividades. En la escuela, por primera vez hemos tenido celebración de Primeras Comuniones. Fue el viernes 6, mediante una celebración sencilla, presidida por el nuevo párroco de Hato Nuevo, y con la presencia de toda nuestra comunidad educativa. Hicieron su Primera Comunión varios de nuestros alumnos, pero también otros algo más mayores, que se han estado preparando para ello en nuestro Centro de Evangelización. Fueron veinte en total. Un testimonio bonito para todos, incluyendo el hecho de que los catequistas son antiguos alumnos nuestros, que han seguido participando de nuestras actividades e integrándose en nuestra pastoral.
Una semana después, el viernes 13, tuvimos un nuevo acto en la escuela, en torno al tema de la Prevención del Abuso Infantil. Después de una breve motivación en el patio de la escuela, todos salimos a la calle, con los carteles que los alumnos habían hecho. Primero fuimos por Hato Nuevo y luego por Bienvenido.
Para ellos, desde luego, es una fiesta eso de salir de la rutina y hacer algo diferente, y si ya implica salir de la escuela y que la gente los vea, o incluso la posibilidad de pasar por delante de sus casas… bueno, ya ni os cuento, como le pasa a los chiquillos en todas partes. Lo que espero es que la actividad les haya servido para crear sensibilización en torno al tema, tanto entre ellos como en sus familias. Como ya he contado en otras ocasiones, aquí es demasiado frecuente eso de dar golpes a los niños como forma de educarlos, y no cuento nada de los abusos que se comenten, de tipo sexual.
Eso me recuerda el caso de una chica que conocí el mes pasado y de la que he sabido más recientemente. Por aquello de salvaguardar su identidad, le daré un nombre inventado… por ejemplo, Gabi. Ella vino a verme a finales de abril, para ver si podía ayudarla con el tema de sus papeles. Es dominicana en toda regla, es decir, nacida en República Dominicana, de padre y madre dominicanos. Parece ser que su madre no tenía muy claras las ideas cuando ella nació, y terminó abandonándola, a ella y a su padre. Al poco tiempo el papá se buscó otra mujer, que, como Gabi la llama, hizo de “madrastra”. Esta señora, en algún momento, se planteó la posibilidad de declararla como si fuera su hija, a fin de que Gabi tuviera su acta de nacimiento, pero nunca llegó a hacerlo. Y no sólo eso, sino que, por lo visto, terminó denigrándola de varias formas, especialmente con comentarios del tipo “no vas a llegar a ser nada en la vida”, de tal manera que la autoestima de Gabi, en algunos momentos, está por debajo del suelo, y eso que claramente se ve que es una chica muy inteligente y con capacidad para salir adelante.
Cuando ella vino a verme la primera vez, me contó que hizo su educación básica, y también terminó la secundaria. En los certificados de haber realizado dichos estudios aparece su nombre verdadero, aunque éste no tiene respaldo con nada oficial, convirtiéndose así en certificados de una persona inexistente.
Después de eso, aún siendo muy jovencita, conoció a su actual y única pareja, con quien tiene dos niños pequeños. En aquel momento se dejó engañar por un falso abogado que le dijo que le iba a ayudar a conseguir un acta de nacimiento. Dicha acta de nacimiento existe, pero con un nombre y una fecha de nacimiento que nada tienen que ver con Gabi, no recuerdo ahora si la ponen tres o cuatro años mayor de lo que es, o menor. Y el nombre que pone en esa acta falsa de nacimiento es el que dio en el hospital cuando dio a luz a sus hijos…
Espero que aún sigáis el hilo de este enredo, con el que se podría montar toda una telenovela… por el momento, y sin entrar en el tema base, si consigue documentos con su nombre verdadero, le sirven las acreditaciones de haber estudiado y puede matricularse en la universidad, que es a lo que ella aspira, pero entonces no puede declarar a sus hijos. Y si decide usar el acta falsa, puede declarar a sus hijos, pero entonces no puede justificar que haya hecho ningún tipo de estudios.
De cualquier manera, lo mejor siempre es ir con la verdad por delante, por lo que decidimos intentar conseguir un acta con sus datos verdaderos, y arreglar posteriormente lo de los niños, ya que eso es sólo cuestión de dinero. Así, dado que la madre desapareció hace tantos años y nunca más se supo de ella, había que localizar al padre para que, al menos él, aportara sus datos. Fue la tarea con la que se fue ese primer día. Vino un par de veces más, por otros motivos, y esta última vez apareció diciéndome que había conseguido el número de teléfono del padre. Llevaba días con él, pero no había sido capaz de llamarle. La sentí especialmente nerviosa y presentí algo muy delicado, así que fui haciéndole preguntas con mucho cuidado, a las que ella, en el estado casi histérico en el que entró, sólo podía responder con movimientos de cabeza. De esta manera descubrí que su padre no sólo la trataba a golpes, sino que también abusó de ella sexualmente y terminó amenazándola con matarla si alguna vez se lo contaba a alguien.
Me dolió hacerle recordar todo eso, pero creo que el momento fue algo sanador para ella, por todo lo que hablamos después. De cualquier manera, eso ya queda para nosotras. Lo que quería compartir con vosotros es lo triste y denigrante de la situación de esta muchacha de sólo 20 años: abandonada por la madre, denigrada por la madrastra, abusada por el padre… sintiéndose nada, porque es lo que le han hecho creer desde pequeña… Y, al mismo tiempo, con unos tesoros inmensos por descubrir: el de la gran fortaleza que tiene, que se vislumbra a través de la debilidad que ella siente, pero que es lo que realmente le ha permitido seguir adelante a pesar de todo lo vivido… el de su gran inteligencia y deseos de superación… el del amor que tiene a sus hijos y su deseo de procurar sacarlos adelante con dignidad…
Casos como el de Gabi debe haber a montones, y quizá incluso vosotros mismos conocéis. O no. Porque ella lleva cargando con este secreto toda su vida, ya que sólo se lo ha contado a su marido y, ahora, a mí. Y ese mismo drama pueden estar viviéndolo muchas mujeres con las que nos relacionamos, y nadie sabe nada al respecto. No puedo imaginar lo difícil que debe ser mantener un secreto de ese tipo, ¡cuánto dolor!, ¡cuánta frustración!, ¡cuánta injusticia! Pero tampoco puedo imaginar cómo un padre es capaz de hacerle eso a su propia hija. Por no hablar de cómo una madre puede abandonar a sus criaturas…
En fin, es un tema delicado. Y ha sido objeto de mucha reflexión también con las maestras que tengo en las clases de alfabetización, ya que el tema de las madres se eligió como uno de los que se iban a tratar con los niños en este mes de mayo. Me preocupaba mucho cómo se abordara, debido a que en las clases tenemos de todo: niños que fueron abandonados por las madres al nacer y que, por tanto, nunca llegaron a conocerlas; niños que llegaron a conocerlas y fueron abandonados después; otros que han vivido o siguen viviendo con ellas, pero les dan demasiados golpes; tenemos uno cuya mamá murió de sida hace tres años… y, gracias a Dios, tenemos algunos con una relación “normal” con sus madres. Comprenderéis que, dada la situación, hay que tener mucho cuidado a la hora de abordar el tema para no hacerles daño… Espero que todo salga bien, empezamos esta semana, ya que en República Dominicana el día de las madres se celebra el último domingo del mes.
Por lo demás, y sin extenderme mucho más ya, la situación en el país está que arde. El domingo pasado tuvimos elecciones. En un principio, pareció que la cosa iba normal y tranquila, pero luego han ido saliendo a la luz demasiadas anomalías. Ha habido de todo: compras de votos, conteos tergiversados, papeletas cortadas para que no se pueda hacer una revisión… sinceramente, esto hay que verlo para creerlo. Para poder ir a la oficina de la notaria esta semana he tenido que sortear un piquete que había en la puerta de una Junta que hay en esa misma calle. Y la Junta de Villa Mella fue quemada en un acto de vandalismo… No sé cómo terminará todo esto, pero cuesta creer que pasen estas cosas en el siglo XXI.
En fin, amigos, siento que haya salido una carta tan larga. Pensaba contaros más cositas, pero lo dejaré para el próximo mes.
Un abrazo grande para cada uno y mi oración,
Lidia Alcántara Ivars, misionera claretiana