CARTA DESDE MANOGUAYABO

Jarabacoa, 20 de agosto de 2016

Queridos amigos:

Os escribo desde el Monasterio Cisterciense de Santa María del Evangelio, un lugar precioso, en plena montaña, donde estoy, desde hace unos días, de retiro. En cuanto llegue a casa, teclearé la carta para enviarla lo antes posible. Algunos me habéis escrito preguntando por la carta del mes de julio… Soy consciente de mi falta, y os aseguro que “en mi mente” la escribí varias veces, pero no llegué a encontrar el momento para sentarme a hacerlo “físicamente”. Bueno, a decir verdad, un día la empecé, pero nunca llegué a terminarla y ahí quedó. ¡Mis disculpas!

Lo primero que tengo que contaros de este último mes y medio es que hemos tenido por aquí a Mayra y Pili, las dos participantes de la experiencia misionera que nuestra ONG-D KORIMA ha organizado este año. Llegaron el miércoles 20 de julio, ya por la noche, y volvieron el 15 de agosto, confío que bien, porque ellas salieron para el aeropuerto un rato después que yo para mi retiro, y aquí estoy totalmente desconectada de todo, sin noticias de nada ni de nadie.

Es la primera vez que el grupo de experiencia misionera es tan reducido, pero, como siempre decimos, lo que importa no es la cantidad sino la calidad, y puedo asegurar que ambas han realizado un trabajo maravilloso. Las actividades han sido de lo más variadas, ya que han participado en la mayoría de las acciones que las claretianas llevamos a cabo en la zona.

34 pulga Nada más llegar, estuvieron preparando para ese primer domingo, junto con los muchachos de casa, una “pulga”. Es como aquí se llama al típico mercadillo. Con mucho gusto, decoraron el patio de la escuela con todas las cositas que había para vender, principalmente juguetes, pero también algo de ropa y artículos educativos. La pulga fue un éxito tremendo. Ciertamente no teníamos tantísimas cosas como otra que organizamos mi primer año aquí, pero la realidad es que en una hora se había vendido todo lo que teníamos, ya que los precios realmente estaban “tirados”.

34 en casaLa siguiente semana, última de julio, tuvieron por las mañanas actividades con los niños en nuestro Centro de Evangelización y, por las tardes, formación con las maestras de las Clases de Alfabetización que se dan en el Batey. Los niños disfrutaron mucho durante esas mañanas con las dinámicas, juegos, cuentos y actividades que organizaron. Y las maestras de alfabetización, siempre ávidas de formación, aprendieron mucho de la experiencia y creatividad de Pili en el terreno de la educación. Además, no sólo se tuvieron los talleres, sino que compramos pintura y se dedicaron a pintar la casa por dentro y a decorarla, a fin de que todo estuviera listo para recibir a los niños el 8 de agosto. Ha quedado todo muy bonito.

En cuanto a los niños de alfabetización, estamos contentas porque casi la mitad de los que teníamos el año pasado han conseguido inscribirse en la nueva escuela que se construyó y que, por fin, empieza a funcionar. Los que no tuvieron esa suerte, siguen con nosotras, en espera de ver si podemos conseguir algo por otra vía. Y, aparte de ellos, hemos inscrito ya a otro grupito nuevo, que tampoco ha ido nunca a la escuela y con los que empezamos de cero. Para poder atenderlos a todos, hemos alquilado la otra parte de la casita donde estábamos, que se había quedado vacía. Mayra y Pili han participado en este comienzo de curso, dejando una huella profunda, no sólo en la decoración de la casita, sino en los corazones de los niños y de las maestras.34 alfabetizacionSiguiendo con las actividades realizadas en la experiencia misionera, nuestras voluntarias tuvieron también varias charlas de formación con los jóvenes que están más implicados en nuestro Centro. Fue sobre el liderazgo y la identidad, y quedaron encantados, tanto ellos como ellas.

Con los jóvenes de la parroquia de Hato Nuevo tuvieron el último domingo un tema sobre el sentido de la vida, que también fue una experiencia muy buena. Y quienes, por diversos motivos, se quedaron al final sin su reunión fueron los jóvenes de la Capilla de Bienvenido. Una lástima, porque el tema elegido fue la controversia entre ciencia y fe, y tenía pinta de estar muy interesante.

34 alimentos Por lo demás, así, salpicadito, algunas visitas a enfermos y a gente del batey… una actividad en la Capilla de Bienvenido por el día de los padres (aquí se celebra el último domingo de junio)… una actividad con los niños de una de las zonas del Batey… la preparación y entrega de los alimentos para las familias más necesitadas… alguna que otra salidita… y, sobre todo, mucha vida entregada, compartida y disfrutada. 34 con niñosSinceramente, ha sido un gustazo poder compartir con ellas nuestra vida, nuestra oración, nuestros apostolados… Las hemos sentido como dos más de nuestra familia, y esperamos que también ellas se hayan sentido como en casa. ¡Gracias a las dos, y a KORIMA por haberlo hecho posible!

Por lo demás, yo he ido haciendo mis pinitos para poder seguir atendiendo, en medio de todo esto, el proyecto de Sin Papeles No Soy nadie. Ya son muchos los niños a los que hemos conseguido declarar, pero aún quedan muchos otros en proceso, porque la gente sigue viniendo a medida que les llega la voz. Ya veremos cómo me las apaño a partir de ahora, porque al empezar ya las clases, no voy a poder atender en la escuela como he hecho hasta este momento.

Por otra parte, dentro del mismo proyecto, hay algo que creo que no os he contado, porque pasó en julio. Resulta que a las mujeres haitianas que tienen hijos con dominicanos, para poder declararlos les exigen tener el pasaporte. Muchos miles de haitianos pagaron el año pasado para conseguir sus tres documentos: acta de nacimiento, cédula y pasaporte. Pero la realidad es que no se han entregado ni la mitad de los documentos. Dada la situación de las madres de hijos de padres dominicanos, decidí un día irme a la Embajada de Haití para preguntar sobre el asunto. Cuál fue mi sorpresa al ser atendida, primero, por la Coordinadora del Plan de Regularización del año pasado, y segundo, por el mismísimo cónsul. ¡Nunca lo hubiera imaginado cuando me encaminé allá por la mañana!

La cuestión es que me presenté, conté lo que estaba haciendo y por qué iba allí, y ambos se sorprendieron al saber que estamos ayudando al pueblo haitiano en este rinconcito del mundo. Tanto fue así, que me dijeron que me iban a ayudar todo lo posible para favorecer a mi gente. De esa reunión salieron dos acuerdos. El primero, con la Embajada, que les pasaría un listado con los datos de nombre, fecha y lugar de nacimiento de la gente que el año pasado pagó y aún no ha recibido sus documentos, para revisar ellos si son de los que ya están hechos. Podéis imaginaros el trabajo que esto ha supuesto y las filas de gente que se han ido presentando para que les busque lo suyo, pero todo el esfuerzo merece la pena, sobre todo porque lo que van encontrando en la Embajada me lo están entregando a mí, de tal modo que a la gente se le hace todo más fácil. 34 Documentos recibidosCuando en la Embajada me dijeron que me los darían a mí directamente, me emocioné mucho, por la confianza que eso implicaba. Pero os aseguro que mucho más emocionante es poder entregárselos a cada uno y ver las caras de alegría que ponen. 34 Entrega documentos

34 Rosa y Nathali

El segundo acuerdo, con el Consulado, favorece a quienes el año pasado no pagaron para obtener sus documentos y, lógicamente, están en peligro de deportación, puesto que al no tener documentos tampoco llegaron a regularizarse. Para ellos, estamos organizando un operativo que tendrá lugar el próximo domingo en nuestra propia escuela. ¡Todo un lujo! Pero, de esto, ya os hablaré en la carta del próximo mes.

Hasta entonces, feliz resto de vacaciones a quienes aún las estáis disfrutando y un abrazote para todos junto con mi oración,

Lidia Alcántara Ivars, misionera claretiana