Este año, las Naciones Unidas están celebrando su 75º aniversario. Muchos de los que se relacionan con las Naciones Unidas, incluyendo las organizaciones de la sociedad civil, están discutiendo sobre las reformas de la ONU y han hecho declaraciones sobre el UN75 y más allá.
Religiosos en las Naciones Unidas (RUN) también ha tomado la iniciativa de preparar una declaración en nombre de las organizaciones religiosas (FBO). La declaración «Una visión basada en la fe para las Naciones Unidas a los 75 años y más allá» se elaboró con las contribuciones de algunas organizaciones religiosas que están presentes en las Naciones Unidas. En ella se expresa nuestra visión y las reformas que creemos necesarias para que esta organización multilateral cumpla su misión de promover la paz, la seguridad y el desarrollo sostenible.
Desde la fundación de la Organizacion de las Naciones Unidas (ONU) y la firma de la Carta de la ONU han transcurrido setenta y cinco años de colaboración internacional sin precedentes. En esta ocasión, nosotros, las Organizaciones Basadas en la Fe (OBF) abajo firmantes, aplaudimos los numerosos logros del sistema de la ONU. Además, al reflexionar sobre la experiencia de estos setenta y cinco años, reconocemos que la ONU ha realizado gran parte de su mejor y más importante labor sobre el terreno cuando han dialogado y colaborado intencionadamente con las OBFs y los miembros de nuestras vastas redes de la sociedad civil. El aporte de las OBFs, guiada por los principios de subsidiariedad y opción preferente por los pobres (entre muchos otros), ha sido frecuentemente decisiva para asegurar que las comunidades más marginadas del mundo sean incluidas en el diseño, la ejecución y los frutos de los esfuerzos de la ONU en los territorios.
Nuestro conocimiento de las realidades de base y nuestro papel como pilares comunitarios de confianza, junto con el apoyo técnico y la fuerza multilateral de la ONU, han hecho que las alianzas entre las OBFs y la ONU tengan un impacto único.
Nuestra historia compartida demuestra que las OBFs y la ONU son realmente más fuertes y mejores cuando trabajan juntas. Por consiguiente, celebramos los momentos de enorme impacto positivo creados en las Alianzas entre la ONU y los agentes de las OBFs, incluso en las áreas de educación popular, la justicia climática, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS’s), la lucha contra la trata de seres humanos y la prestación de servicios esenciales en comunidades aisladas afectadas por conflictos.
Como OBFs que comenzaron a promover muchos de los objetivos de la ONU desde decenios hasta siglos antes del establecimiento de la ONU (y de muchos de sus Estados Miembros), observamos algunas debilidades y deficiencias en el sistema de la ONU que creemos que es un momento propicio para abordar, en la medida que perdemos la generación de aquellos miembros fueron testigos de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, que se convirtió en el impulso para el establecimiento del Sistema de la ONU. Se hace cada vez más importante, que el Sistema siga siendo relevante y valioso a los ojos de las próximas generaciones de dirigentes. El Secretario General de la ONU nos ha pedido, como comunidad internacional, que «reconstruyamos mejor» luego de la pandemia de COVID-19, ya que el objetivo inicial de la ONU tenía como mision reconstruir la sociedad tras la Segunda Guerra Mundial. Ciertamente, entre estas dos situaciones,
muchas cosas ha cambiado en nuestro mundo, en los 75 años que han transcurrido. Estamos de acuerdo en que es hora de reconstruir mejor, incluso frente a posibles obstáculos.
Con ese fin, instamos a los dirigentes y a los Estados Miembros de la ONU a que adopten medidas en cuatro esferas interrelacionadas, que consideramos fundamentales para reconstruir unas Naciones Unidas pertinentes para el futuro más allá del año 2020.
Leer el documento completo: Una visión basada en la fe para la ONU a los 75 años y más allá.