CARTA DESDE MANOGUAYABO

Manoguayabo, 30 de septiembre de 2015

Queridos amigos:

Espero que os encontréis bien. A mí casi se me termina el mes sin escribir, pero la verdad es que las últimas semanas han sido muy intensas y lo que llevamos de ésta aún más. Ayer empezamos en nuestra escuela la tanda extendida y estos días el reajuste se nota.

Para quienes no conocen la nomenclatura, la tanda extendida es tener clases por la mañana y por la tarde. Hasta ahora nosotras sólo teníamos clase en la mañana, de 8 a 12,15. Sólo comían en la escuela los niños de 3, 4 y 5 añitos. Desde ayer, el horario de entrada es 7,30 de la mañana y el de salida las 4 de la tarde. Además, todos comen en la escuela, porque durante la jornada escolar todos deben permanecer en ella, aunque vivan cerca de su casa. Claro, hemos tenido que acondicionar como comedor uno de los salones, a fin de tener dos lugares disponibles donde se pueda dar de comer a los 360 que formamos la comunidad educativa. Eso, y muchas otras cuestiones que conlleva el cambio, como es tener que permanecer más tiempo en el recinto escolar y estar pendiente de nuevas cosas. Espero que poco a poco nos vayamos adaptando…

Además de la escuela que tenemos las Misioneras Claretianas, a principios de mes empezamos ya las Clases de Alfabetización para niños del Batey que nunca han podido ejercer su derecho a la educación por no haber conseguido inscribirse en ninguna institución educativa. Es una gozada ver la alegría con la que los muchachitos reciben esta actividad. De hecho, teníamos previsto empezar unos días más tarde de lo que realmente empezamos, pero adelantamos la fecha por las caritas suplicantes que nos ponían los niños cada vez que nos los encontrábamos.

Recordaréis que el año pasado estuvimos dando las clases dentro de la capilla católica. Pedimos permiso al párroco y nos lo concedió. Fue una buena manera de ahorrarnos pagar alquiler. Sin embargo, este curso vimos conveniente buscarnos un lugar propio donde poder dar las clases, de tal manera que no tengamos que estar pendiente de coincidir con alguna actividad de la iglesia, así como contar con la posibilidad de “decorar” el lugar de manera más acorde a lo que se está impartiendo. Así, hemos alquilado una casita bastante humilde, pero que reúne las condiciones mínimas para impartir las clases. 24 Clases alfabetizacion 1

Además, como novedad, hemos encontrado maestras con diferente disponibilidad de horario, por lo que hemos formado dos grupos, uno por la mañana y otro por la tarde, con lo cual podemos atender a más niños y separarlos por niveles de aprendizaje. Nuestro objetivo es que aprendan a escribir y leer lo antes posible, a fin de que puedan pasar el examen correspondiente gracias al cual puedan ser admitidos en la escuela pública dentro del nivel que, por edad, les corresponde. Afortunadamente, tres de los niños que teníamos el curso pasado más adelantados, consiguieron inscribirse en diferentes escuelas. Y a otros dos que ya han cumplido los 14 años los hemos inscrito en la Escuela para Adultos que hay por las noches, pero les dejamos seguir viniendo a nuestras clases, para que aprovechen más. Son pequeños avances que nos alegran.

Recordaréis que este proyecto lo pudimos llevar a cabo el año pasado gracias a la aportación que hicieron los colegios de las Misioneras Claretianas de la Provincia Norte de España. Para este curso, son los colegios de la Provincia Sur los que se han animado a apoyarlo. A todos los que colaboraron en su momento y a todos los que lo harán durante este curso, desde ya, les envío mi más profundo agradecimiento. Francamente merece la pena ofrecer a estos chicos la oportunidad de aprender a leer y a escribir, así como de formarse en valores humanos y cristianos. En ese sentido, cada semana vamos eligiendo un tema sobre el que ir trabajando: normas de higiene, el cuerpo humano, los derechos de la infancia, el respeto y la tolerancia, han sido los temas tratados en este mes de septiembre. Ya os seguiré contando…

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Por lo demás, todo sigue su rumbo normal. A los enfermos los he tenido un poco descuidados durante este mes porque no he podido salir a visitarlos más que un día –a lo sumo dos- a la semana. Eso sí, puedo decir que hay mucha gripe y mucho dengue. Tanto en adultos como en niños. Y lo malo es que aquí la gente tiende a tomar diclofenac para cualquier cosa, sin que se lo haya recetado el médico, y justo ese medicamento, cuando se trata de dengue, puede provocar dengue hemorrágico y empeorar la situación.

Por cierto, este comentario me recuerda una anécdota que me pasó la semana pasada cuando estaba visitando enfermos. Viene al caso de la auto-medicación, del desconocimiento, la ignorancia… Resulta que voy caminando y me llama una señora para pedirme que, por favor, ayude a una amiga suya que está muy mal. Por el camino le pregunto qué tiene y me dice que tiene “un nacido en la ingle”, que cada vez está peor. Aquí “nacido” llaman a muchas cosas… la mayoría de ellas son heridas que supuran, otras son tipo hongos… El caso es que cuando llego, la chica me lo enseña y, realmente, la cosa tenía muy mal aspecto. Le pregunto por la evolución que ha ido teniendo la herida, cuándo empezó a ponerse peor… en fin, las preguntas típicas. Y me dice que se empezó a empeorar cuando comenzó a usar el “depolte”. Claro, le pregunto qué es eso, porque era la primera vez que yo oía esa palabra. Ella no sabía explicarme y sólo decía “depolte, depolte”, mientras subía los hombros y ponía caritas en gesto de incredulidad ante mi desconocimiento… así que le digo que me lo traiga. Aluciné cuando vi de qué se trataba… bueno, primero aluciné y, sin salir de mi asombro, monté en cólera profunda. Resulta que el susodicho depolte era un ¡¡¡desodorante!!! de nombre “Deporte”. Os podéis imaginar mi cara y el “boche” (la bronca) que le eché por echarse eso sin consultar a un médico. Ella se justificaba diciendo que se lo había dejado su sobrino allí, y que en la escuela le habían dicho que era bueno. Pero ella no se planteó “para qué era bueno”… ni consultó con un profesional… y simplemente se echa lo primero que se encuentra o que alguien le dice que es bueno para algo… Lógicamente, la herida se había puesto así de mal por echarse desodorante…

Igual os estáis riendo, porque la situación tiene su miga. Pero si lo cuento es porque detrás de la anécdota hay una situación grave, ya que es algo demasiado frecuente aquí. Y situaciones que se podrían solucionar fácilmente, a veces, terminan convirtiéndose en graves problemas sin solución. O la única solución que queda es cortar algún miembro, como sé que ha pasado a algunos…

24 Pie Arely En definitiva, creo que todo esto es fruto de la ignorancia, la falta de educación, las creencias supersticiosas, la dejadez personal (también hay que reconocer que en algunos casos es por falta de dinero para poder ir al médico o comprar las medicinas)… no sé, por desgracia, muchas cosas juntas y variadas, según los casos.

Bueno, por este mes lo dejo aquí. Mañana empezamos el Octubre Misionero y Claretiano. Os deseo a todos una gran inquietud por llevar la Buena Noticia del Reino a quien se ponga en vuestro camino, sea quien sea… porque ¡todos la necesitamos!

Un abrazo fraterno y lleno de cariño,

Lidia Alcántara Ivars, misionera claretiana