CARTA DESDE SAN PEDRO SULA

San Pedro Sula, 31 de marzo de 2023

Queridos amigos, aquí llego a mi cita mensual, confiando que todos os encontréis bien.

Por estas tierras hondureñas, sin parar, como siempre. Este mes lo he tenido lleno de reuniones de diferentes ámbitos de la congregación, sin descuidar lo propio de mi actividad aquí.

Del programa de Jardines de Infancia y Madres Maestras, os cuento que he visitado algunos de los jardines, por ir conociendo a los nuevos alumnos de este curso y seguir consolidando la relación con las maestras. La verdad es que todas están muy animadas y los niños van haciendo de manera adecuada su proceso de adaptación, teniendo en cuenta que siempre a algunos les cuesta más que a otros.

En Honduras se celebra el día del padre el 19 de marzo, como en España (lo digo porque en República Dominicana se celebra otro día). Según la filosofía de nuestros jardines, no celebramos el día del padre ni de la madre por separado. El motivo es que, como el modelo de familia ha cambiado y muchos niños no tienen uno o ninguno de los progenitores, sino que viven solo con uno de ellos, o alguna tía, abuela, o quien sea, para evitar que se sientan mal, o que reciban las burlas de otros niños, celebramos el día de la familia en agosto. Eso sí, para el día de la madre y del padre se hace en clase una tarjetita sencilla para que se la regalen a quien para ellos haga de mamá o de papá.

Estoy muy contenta porque por fin hemos iniciado algo que llevaba unos meses queriendo poner en marcha. Se trata de dos equipos que hemos creado. Uno de ellos, para recopilar cantos, juegos y dinámicas que se pueden realizar con los niños, y crear un cuadernito que se pueda tener en cada jardín. El otro es más bien un equipo pedagógico que, en función de la guía didáctica del Ministerio de Educación, va a crear un cuaderno de trabajo para los niños. Esto puede parecer que no es tan importante, pero realmente lo es, puesto que los primeros meses que estuve aquí, que fueron los últimos del curso pasado, me di cuenta que la mayoría de los jardines no cuenta con un material ya hecho, por lo que las maestras andan cada semana haciendo copias de dibujos, letras y lo que sea necesario. Por tanto, disponer de este material les va a facilitar mucho la vida.

La formación para las Madres Maestras de este mes fue en torno al tema de la autoestima, haciendo hincapié en algunos factores que a todos nos afectan y condicionan. Invité a darlo a una nueva amiga que he hecho y la verdad es que lo hizo estupendamente, fue una auténtica bendición para las mujeres. A las que participaron en el taller de sanación que hicimos en enero les sirvió para reforzar lo ahí vivido, pero para las que no pudieron participar en aquel momento, este día fue algo verdaderamente revitalizante. Algunas me estuvieron compartiendo lo que habían vivido a nivel personal en el taller, junto con sus historias de heridas y sufrimientos, y realmente me tocó. Otro motivo más de alegría y de agradecimiento por poder ayudarlas a enfrentar sus vidas de manera positiva y sanadora.

Ya fuera de esto, en lo que es la pastoral social, también hemos tenido mucha actividad. Aparte de la formación mensual que le estoy dando a los miembros de los equipos sobre la encíclica Fratelli Tutti, a mediados de mes organizamos una charla abierta sobre “La salud mental del cuidador”. La impartió el director del Hospital San Juan de Dios y fue espectacular lo que ayudó a la gente que asistió. Ciertamente, hay muchas personas cuidando enfermos o ancianos, sean familiares o no, y todos sabemos que eso es algo muy valorable pero que, al mismo tiempo, supone un desgaste inmenso para quien cuida. Todos con los que he tenido la oportunidad de hablar después, coinciden en que los tips que se ofrecieron les han ayudado enormemente.

Además de esto, hemos ofrecido otro taller para aprender a hacer cosas, esta vez, flores de foamy. La idea es que quienes lo han recibido puedan duplicarlo en sus comunidades y enseñar, por ejemplo, a personas de la tercera edad, o bien, hacerlas de manera personal para venderlas y sacar un dinerillo.

Hablando de personas de la tercera edad, también me invitaron en una de las comunidades a coordinar el primer encuentro que se ha organizado para ellos. La verdad es que pasé una tarde estupenda porque me llevé la guitarra y, aparte de comentar el Evangelio del día, estuvimos cantando y hasta bailando algunas canciones de gestos. Creo que todos disfrutaron y quedaron con ganas de volver al siguiente que se les convoque. Y esto es muy importante porque, aunque a veces no seamos conscientes, la pandemia ha dejado muchos efectos negativos en los ancianos, especialmente los que viven solos que, lastimosamente, son demasiados.

Por otra parte, una de las actividades congregacionales que estoy llevando a cabo y de la que creo que nunca os he hablado es acompañar un itinerario para laicos y religiosas que se llama “Apóstol, dale click a tu corazón”. Empezamos el año pasado, y a mí me asignaron dos grupos de lengua inglesa, uno de Estados Unidos y otro de Asia. Al principio sentí cierto temor por tener que acompañar en inglés, pero la verdad es que tengo que reconocer que ha sido y está siendo una experiencia preciosa. Ambos grupos están formados solo por mujeres (lo cual es circunstancial, porque en otras partes del mundo hay hombres en los grupos). Con el de Estados Unidos ya terminamos el proceso en enero, y el de Asia lo terminará en abril. La metodología consiste en que, durante tres semanas, ellas van trabajando de manera personal un material que se les proporciona de profundización en la fe desde aspectos de nuestro carisma. Y luego tenemos una reunión virtual en la que compartimos, que es la que acompaño yo. De veras puedo decir que, para mí, son momentos de bendición. Es una autentica gracia ser testigo del paso de Dios por la vida de estas mujeres y palpar tanto bien que han ido descubriendo.

Por último, os cuento que algo significativo que hemos tenido este mes en San Pedro Sula es la toma de posesión del nuevo arzobispo de nuestra diócesis, la cual se ha convertido en provincia eclesiástica. Se llama monseñor Miguel Lenihan, es irlandés, pero lleva mucho tiempo aquí. Se le ve buen hombre, cercano, como buen franciscano que es, y con ganas de continuar la preciosa labor que ha realizado durante 28 años nuestro querido monseñor Ángel Garachana, claretiano.

A pesar de que le hicimos una despedida en la parroquia, también lo invitamos a comer a casa, junto a la comunidad de claretianos, para echar un último rato con él en familia, antes de irse por unos meses a España.

En fin, eso es lo que os cuento de lo que ha sido mi mes de marzo. Termina el mes y ya casi termina la cuaresma para dar paso a la Semana Santa. A todos os deseo poder vivir con profundidad el misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor, con la conciencia de que no es algo que ocurrió en el pasado, sino que sigue actualizándose hoy.

Un abrazo grande para cada uno y… ¡volveremos en Pascua!

Lidia Alcántara Ivars, misionera claretiana

Esta entrada tiene un comentario

  1. Francisco Javier Alcántara Gómez

    Hermosa labor, la que desarrolla nuestra misionera Lidia en Honduras. Su misión se amplia cada mes. Este incremento de su labor, ya lo esperabamos, los que la conocemos. Su tiempo, lo estira hasta el infinito, consiguiendo abarcar todos los rincones, donde desarrollar mejor su misión.
    Eres nuestro orgullo. Cuidate hay muchas personas que te necesitan.

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