CARTA DESDE MANOGUAYABO

En algún lugar del cielo, 23 de octubre de 2016

¡Hola a todos!

Espero que os encontréis bien. ¿Os habéis fijado desde dónde escribo? Jajaja, tranquilos, que no me he vuelto loca ni tampoco gozo aún de la vida eterna… Pongo lo de “en algún lugar del cielo” porque no puedo concretar exactamente dónde estoy. Sólo sé que en la pantalla que tengo delante pone que estamos a 10.150 metros de altura y volando a 940 kilómetros por hora. Hace poco más de una hora y media que salí del aeropuerto de Madrid, así que calculo que hará un ratito que hemos dejado la península ibérica atrás. Y como todavía tengo siete horitas y media de vuelo, he decidido aprovechar para escribiros la carta de este mes.

Terminaba la misiva de septiembre con las noticias del huracán Matthew, y con él comenzamos por aquí este mes de octubre. De hecho, lo peor vino después de escribiros. Afortunadamente, por esta zona no hubo demasiados destrozos. Sí que hubo algunas personas que fallecieron por derrumbes de sus casas, árboles caídos y algún que otro percance, pero las repercusiones fueron mucho menos graves que las de la tormenta tropical del año pasado. 36-arbol-tronchado

Eso sí, de Haití no se puede decir lo mismo. Seguro que todos estáis al corriente que han sido más de mil las personas fallecidas y en torno a 350.000 las afectadas. Las noticias que han llegado son que en torno a 300 centros educativos han sido gravemente dañados y más de 100 han sido convertidos en refugios de evacuación, lo cual significa que unos 100.000 niños se han quedado sin escuela y sabe Dios cuánta gente sin casa. De nuevo, una -mejor dicho, ¡otra!- verdadera catástrofe para este pueblo tan castigado por los fenómenos de la naturaleza. Y para qué hablar si ya nos ponemos a pensar en los miles de personas desplazadas… claro, que ya he oído por aquí comentarios de alguna gente en plan “ahora tendremos que aguantar que vengan más haitianos para acá”. Muy solidario y compasivo, ¿verdad? ¡Es que hay de todo en este mundo!

No sé si los familiares de la gentecilla del Batey se han visto muy afectados porque yo salí de viaje nada más irse el huracán hacia Estados Unidos y hasta mañana no empezaré a contactar con ellos. Ya veremos…

Como os vengo diciendo desde el principio, he estado un par de semanas en España, concretamente, en Reus, participando en un encuentro congregacional que teníamos. Aproveché y me fui un par de días antes por ver a mi familia. Fue todo un regalo, para ellos y para mí. Poquito tiempo, pero bien aprovechado y disfrutado. Y el encuentro de Reus ha sido también una auténtica gozada. Hemos trabajado, orado, celebrado, compartido, reído y llorado… de emoción, claro. 36-encuentro-rmi

Para quienes no lo sabéis, Reus para nosotras es un lugar emblemático, incluso, me atrevería a decir, “lugar sagrado”. Al menos así lo siento. Allí tenemos una casa de espiritualidad, pero también se encuentra el museo que acabamos de reinaugurar y la cripta donde permanecen los restos de María Antonia París, nuestra Fundadora. Una gran mujer, gran buscadora de la voluntad de Dios, con mucha visión de futuro y mucha valentía. Tanto es así, que fue capaz de cruzar los mares para ir a Cuba cuando el Padre Claret le habló del mucho trabajo que allí había en el tema de la educación de las niñas. Una hazaña así era algo impensable en una mujer del siglo XIX y, sin embargo, nada la detuvo. Fue una gran misionera. 36-mf

Como Claret, de quien mañana celebraremos su fiesta. Gran misionero apostólico, que nunca se cansaba de predicar, a fin de que Dios fuera conocido, amado y servido por todos. La cripta en la que se encuentran sus restos está en Vic, a dos horas de Reus, y allí fuimos también la penúltima tarde de nuestro encuentro, para visitar el museo y celebrar la eucaristía.

Encontrarnos en estos “lugares sagrados” y recordar nuestras raíces es algo que siempre ayuda, motiva, renueva y revitaliza. Igual que el encuentro con las hermanas. En esta ocasión, nos reuníamos misioneras claretianas de cuatro continentes. Diferentes colores, diferentes culturas, diferentes idiomas… pero un mismo carisma, una misma ilusión por buscar la voluntad de Dios en el hoy que nos ha tocado vivir. Cada una en un lugar, realizando diferentes tareas apostólicas, pero todas misioneras. Independientemente de la edad y de las posibilidades de poder “hacer” más o menos. Porque el ser misionero no consiste sólo en lo que se hace, sino en cómo se hace. De hecho, hay hermanas que, por su edad o por sus condiciones físicas, ya no pueden salir a la calle a hacer ciertos apostolados, pero su misma actitud vital sigue siendo la de una misionera. 36-grupo

Y esto os lo cuento en el contexto del día del Domund (Domingo Mundial de las Misiones) que estamos celebrando hoy. El lema de este año evoca la llamada que Dios hizo a Abraham: “Sal de tu tierra”. Curiosamente, hace un rato pensaba que es lo que estoy haciendo en este momento, salir nuevamente de mi tierra española para volver a mi tan querido lugar de misión.

Pero el lema no se refiere solamente al hecho “físico” de salir de un lugar para ir a otro. Realmente, como nos decía el Papa Francisco, es una invitación a salir de nosotros mismos, de nuestras comodidades, de nuestras fronteras… para poner al servicio de los demás nuestros dones y cualidades, nuestra experiencia, nuestra creatividad, nuestras ganas de hacer este mundo más humano y más fraterno. Es cierto que algunos, no sólo estamos llamados, sino que tenemos la posibilidad de salir físicamente de nuestra tierra para dedicarnos por entero a los más desfavorecidos. Pero también es cierto que no hace falta moverse de donde uno vive para hacer el bien y entregarse a quienes nos necesitan. Por eso todos podemos vivir en actitud misionera. Todos podemos ser misioneros en nuestros ambientes, en nuestro trabajo, en nuestra familia, entre nuestros amigos… con cualquier persona con la que nos relacionamos. Y si además es con los más pobres de nuestro alrededor, mucho mejor aún. ¡Hagámoslo pues!

Os aseguro que en el mismo hacer está la paga, porque no hay mayor alegría ni mayor sentido para la vida que darse a los demás. Lo han vivido – y lo seguimos viviendo – muchas personas a lo largo de la historia. Y lo vivió Jesús de Nazaret. ¡Sigamos su ejemplo!

No sé si habéis visto el video promocional de la campaña del DOMUND de este año. Se titula “Dios te hizo a ti”. Si no lo habéis visto, os lo recomiendo, porque verdaderamente merece la pena. La versión larga la podéis encontrar en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=fm0RlI2Vh_o   y la versión corta en https://www.youtube.com/watch?v=XuregSGnNig

En fin, amigos, hermanos… no dejemos pasar las oportunidades que se nos presenten cada día. Cuidaos mucho y, para todos los que compartís nuestro carisma, sigamos el ejemplo de París y de Claret. ¡Feliz fiesta de mañana! 36-fundadores

Un abrazote grande,

Lidia Alcántara Ivars, misionera claretiana